Hoy, como buena Au Pair trabajadora, aunque esté mala, con
fiebre y sin querer verme ni a mí misma, hago de tripas corazón y me hago cargo
de mis tareas diarias de jugar con el pequeño y sentir que mi trabajo y mis
estudios sirven para algo.
Según mis estudios universitarios, debes dejar a un niño que
haga y descubra por si solo con las comidas, experimente (siempre supervisado)
con sus propias manos el hacer cosas y luego comprobar que se pueden comer, que
disfrute con ello. Pues hoy, tras tres días de fiebre y sin haber guardado
cama, me he dispuesto a poner eso en práctica con toda mi buena fe y voluntad.
El pequeño llevaba varios días queriendo hacer una pizza, él
mismo, así que hoy he aprovechado que no estaba la madre para dejarle
intentarlo. Hemos cogido una masa de pizza, le ha echado kétchup y mozzarella,
he intentado por todos los medios que fuese comestible, pero debido a su
terquedad, he decidido dejarlo a ver qué hacía, hemos metido la pizza al horno,
y cuando ha llegado la hora de comerla, al segundo trozo decía que no quería
más.
Por su puesto, se ha comido unas 6 zanahorias para compensar
el hambre, y después del pudding de rigor.
Así que he comprobado que mis estudios dan resultados
positivos, los niños pueden hacer cosas con sus propias manos...pero también
negativos, como los dejes una vez, puede que se acostumbren y ya no puedas
sacarlos de la cocina.
Pianist(aka Luzifer)
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