¿Qué es eso que se oye acercándose con sigilo?
¡Chan, chan, chaaaaaaaaaaaaaaaan!
Sí, amigas, es: EL FINAL.
A algunas les dará pena, otras se quedarán todavía una larga temporada y
otras lo esperan impacientes. Yo, personalmente, lo estoy deseando. Lo quiero
pero ya, vamos.
Que sí, que la familia que me ha tocado no está mal. Están un poco locos,
pero no fuera de los niveles habituales en este país. Beben demasiado, pero
absolutamente nada fuera de lo normal por aquí. El niño podría ser peor teniendo
en cuenta que está al borde de
convertirse en un teen. La niña
podría haber seguido comportándose como una imbécil todo el año, pero al final
no. Y así podría seguir un rato.
Pero también han pasado ya muchos meses y empieza a ser hora de abandonar
este pseudotrabajo y hacer algo de
verdad con mi vida. Además, sé que no voy a echar nada de menos de este pueblo
perdido de la mano de god. Bueno,
miento, echaré de menos a las dos bolas peludas (una más bola que otra) que me
entretienen a diario. (Nota mental:
agenciarme un gatete as son as posible).
.INCISO.
Mientas escribo oigo como mi host-mum habla con su frigorífico y de vez en
cuando dice “sausageeeees” por lo
bajini. Igual sí está un poco más zumbada de la cuenta.
.FIN
DEL INCISO.
A lo que iba. Supongo que para algunas (o algunos, si algún au pair
masculino nos lee) habrá sido una experiencia maravillosa. Yo he descubierto
que tengo un odio selectivo hacia algunos niños… y hacia algunos adultos. Y que
tenía una loca de los gatos dentro de mi ser y a ver ahora cómo la vuelvo a
guardar. Por lo demás, pues sí, parece que soy capaz de hablar en inglés tanto
y tan deprisa como en castellano, ya lo siento por los que me tienen que
aguantar.
Queda poco más de un mes para que esta etapa termine. Y lo único que pienso
es: what’s next?
-Blondy-
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