Estar un día con una dosis de positividad y al día siguiente hundida en la más profunda miseria.
Sea como sea, voy a matar a quién-vosotros-ya-sabéis.
Y no hablo de Voldemort.
Voldemort era más listo.
Y sabía pronunciar las R.
Casi de fijo.
Lo bueno es que pensando en las posibles torturas, mi buen humor ha reaparecido.
Si es que al final va a ser verdad eso de que siempre hay una parte buena en toda mierda...
-Nuyë-
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