Tengo nuevo trabajo.
Antes de las vacaciones me llamaron
inesperadamente para una entrevista de trabajo, la cual salió bien y
ahora soy una animatrice périscolaire.
Vamos, monitora/vigilanta de niños.
Empecé ayer a
mediodía, en el turno del almuerzo. El coordinador que se supone que
es quien nos tiene que ayudar a los nuevos... pues más bien coordina
poco. Y entre éso y que no entiendo la mitad de lo que me dicen,
pues me tengo que dedicar a espiar al resto a ver qué hacer y yo
pues hago lo mismo.
La
primera media hora de patio fue más o menos bien, después me tocó
comer (comida de mierda) en una mesa llena de niños desquiciados
gritones y, para terminar, otra hora y media de patio, en la que cada
vez que venían a mí porque alguien se había caído (y no le había
pasado nada) o porque se le había olvidado nosequé en
su clase, yo salía con la excusa de “es mi primerito día” y
“mejor ve a preguntar a ése que sí sabe”.
A las 13:45 me fui
cual rayo para casa y a las 16:00 estaba allí otra vez. Y lo que al
principio pintaba peor que mal, resultó mucho más llevadero. En en
el comedor, sin pasar frío y jugando con niños a juegos de mesa que
no había visto en mi vida. Así que bueno, podía haber sido peor.
Hoy he vuelto, pero
sólo al almuerzo y creo que voy a tener agujetas por estar dando a
la comba mientras todas las niñas (y algunos niños) del patio
decidían que también querían saltar.
La verdad es que lo
que me ha llamado más la atención, fue ver a dos niñas sentadas en
un banco compartiendo un libro y que no dejaron de leer en todo el
tiempo que estuvieron en el patio, como si los balones que les
pasaban peligrosamente cerca no estuvieran allí.
Y como no puedo
marcharme sin quejarme, tengo que decir que los del Hotel de Ville me
tienen hasta el mismísimo cambiándome de colegio sólo hasta el
martes y no me han dicho dónde tengo que ir después, ¿o es que me
van a largar ya? Un poquito de organización, cojona.
-Blondy-
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