Lo peor es cuando tengo turno de tarde como hoy y anoche me tomé una sidra de más (lo sé, sé que hoy es martes y ayer fue lunes y eso no quiere decir nada porque una sidra con los amigos no entiende de horarios y punto) y claro llegué como un poco tarde a casa y hoy me he tenido que levantar temprano para escribir pero tengo la cabeza tan embotada que en fin para qué molestarme si de aquí no va a salir nada bueno no?
Total que sigo en pijama y con la bata de agüela y sin moverme mucho no sea que la tostada deconstruída que he comido untada en nutella decida que le gustaría hacer un viaje de vuelta al plato y eso no estaría nada bien. Menos mal que ayer entre todos me estuvisteis ayudando con una cosa muy molona que a ver si la mando ya porque me va a decir la colega que qué pasa que le dije que lo tendría para el domingo y estamos a martes y yo aquí de resaca. Además todavía me queda pensar qué voy a comer antes de ir a mi maravilloso curro Y no dejo de pensar en el vestido para la boda que voy a tener que comprarme que al ser una boda de noche tendré que ir de largo vamos digo yo y mientras tanto Marlango nos deleita a mí y a mis vecinos, sí incluso al niño de abajo que ha estado dando patadas a las puertas durante media hora a la vez que chillaba como si lo mataran.
Ay, qué montón de palabras sin sentido por favor.
Menos mal que en el trabajo se me quitan las ganas de pensar y me entran las ganas de actuar.
Con fuego y destrucción.
Ay, si yo fuera otra...
-Nuyë-
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