I (L) caquitas

Querida futura Au pair. ¿Te gustan los animales? ¿Te gustaría que tu familia de acogida tuviese animales?

Pues aquí va lo que debes hacer cuando das con una familia como tal.

Llegué a esta familia y me presentaron a su querida perra obesa y su querido gato...no tan obeso, pero casi. Al principio todo bien, hasta que te dicen que si puedes pasearlo unos 3 días a la semana,- bueno-pensé con mucho ánimo- así tengo un motivo para salir a la calle todos los días y andar yo también-

Todo genial, hasta que a los tres meses de estar aquí, te dan la noticia de que van a traer un cachorro nuevo, otro pequeño diablillo para pasear, piensas tú con tu mejor intención.

Y aquí estoy, a día de hoy, con un enano que se caga por todas partes, se mea dónde quiere, y con una perra que se piensa que es su madre y cuando la sacas a pasear no quiere andar ni dos metros por no separarse de él, ya que el dicho puppy no puede salir hasta que no le pongan las vacunas adecuadas.

Para colmo, ahora también hay que darle un paseo corto por las noches a la gorda y gandula de la perra, no sería malo porque normalmente eso no me toca a mí, hasta que la otra noche que me iba a tomar “algo rápido” con las amigas, me pide la madre si por favor la saco yo al volver.

-bueno-pensé-no me cuesta nada

Te ves llegando a las 12 de la noche, con dos sidras de más en el cuerpo, saliendo a pasear con la perra, recogiendo sus regalitos en medio de la noche, sin luz, usando el móvil de linterna, y con esa fragancia aromática dándote en la nariz....

Precioso tener animales en casa, sí señor.

Ánimo pequeña, tu puedes.

-Pianist-

Shot you down

Yo no soy una persona violenta.
Lo juro.
Puede que un poco temperamental,vale,eso sí.
A veces se me va la cabeza y alzo la voz y ladro cuatro tonterías y fin.

Pero aquí, en esta jaula de grillos, sus habitantes están sacando lo peor de mí.

Tengo pesadillas.
A montones.

El otro día soñé que al salir de mi habitación me caía dentro de una montaña de ropa lista para planchar y me devoraba.
Me desperté gritando de terror.

Pero ahora los alaridos del bebé(que ya no es tan bebé,tiene dos años y la altura de una de cuatro) han despertado en mí una ira homicida que sólo había experimentado al jugar al Tomb Rider. Y ni siquiera.
Cada vez que empieza a llorar tan sólo imagino torturas macabras que realizar.
Ideas que consisten en sangre por toda la cocina y yo riendo en el medio.

A veces se me crispan las manos, como si mi cuerpo reaccionara a sus gritos.

No le doy de comer,grita. Le doy de comer, grita.
No le gusta la ropa, grita. Le doy agua, grita.
La hora del baño, grita. La hora de las historias, grita. La hora de dormir, grita.
Quiero agua, no me gusta este vaso, no quiero este peluche, quiero el otro, quiero a mi mamá o mejor a mi papá. Quiero que te vayas, o mejor quédate y haré que tus tímpanos revienten.

Porque sí, eso no es llorar. No es berrear.
Los alaridos que nos regala no tienen nombre ni nada con que compararse.

También he soñado con sus gritos. No con ella, si no con su dulce voz que amenizaba toda la velada.

Me duele la cabeza, estoy de los nervios y cabreada.
Y violenta, estoy muy violenta.

Y su madre va y me dice que si puedo hacer unas horillas el fin de semana...
Claro.
NO.
A no ser que quiera sangre.

Entonces sí.

Nuyë

Madre exigente

Vivo con una familia de bien, agradable, lo tienen todo y lo dan todo. La madre es encantadora, pero a su manera. Pues, cuando ya llevas 4 meses con ellos, te das cuenta de que lo que al principio parecía simple despiste, es el día a día.

Cada semana tengo 2 noches de trabajo, a si que los lunes por la mañana me digno a mirar mi calendario para saber qué dos días me tocan dicha semana, y hacer el resto de planes. Pero llegados a este punto, hay semanas que ni me paro a mirar el calendario, pues pueden aparecer tres “babysitting” y que ese mismo día llegue ella y diga, “no, al final no te necesito”. Eso pasaba al principio, pero no me importaba, si esa mañana me decía que al final no tenía que trabajar por la noche, pues me daba igual.

El problema es que ha llegado un punto en el que yo ya no me creo nada de lo que pone en mi calendario. Un babysitting definitely, que al final no se hace y se hace otro día que en principio no había nada escrito. Otro un sábado, para el cual yo no hago planes con nadie, y ese mismo viernes me dice que al final no hace falta.

El colmo es que hace dos meses me dijo que me iba con ellos un fin de semana a Brighton, para que esa noche me quedase al cuidado de los niños en el hotel. No me importó, pensé que así veía Brighton y encima cobraba más, a si que estaba encantada con la idea. Y hoy, la semana de antes de ese fin de semana, me dice que finalmente no van a un hotel, van a casa de unos amigos y no hace falta que vaya con ellos.

Mi cara fue un poema, joder tía, me haces ilusiones para nada. Está claro que no te puedes ilusionar con nada en esta vida, menos si eres au-pair y la familia te dice de hacer algo con ellos, finalmente te quedarás con las ganas. Seremos novatas en este trabajo, pero no somos estúpidas en la vida. Hacedme caso, no os ilusionéis cuando digan: “vamos al parque de atracciones”, porque seguramente no te inviten; o “¿te quieres venir con nosotros a ver...(inclúyase cualquier evento londinense tal como carreras, fuegos artificiales, etc)?”, porque finalmente irán algunos amigos algunos amigos, y tendrán niños, y ya no solo tendrás que “vigilar”, aunque no estés trabajando, a tus monstruitos, sino a los monstruitos de dichos amigos, y cuando hay más de tres niños juntos, te querrás sacar los pelos de la cabeza; porque aunque no estés trabajando, quieres que la familia vea lo que haces o no con ellos, y quieres que los amigos se lleven una buena impresión de ti, porque nunca sabes lo que puede pasar y a lo mejor ellos te necesitan algún día y tú querrás ganar más dinero.

No os ilusionéis, no vayáis con ellos, ¡es una trampa!

Pianist