Quedan 26 días para que se me acabe el
contrato y yo sea feliz aunque tenga que empezar ya a buscarme otra
cosa. Y, más concretamente, quitando festivos y fines de semana...
¡son 16 días!
Tengo unas ganas tremendas de no tener
que lidiar con esos niños asalvajados nunca más o, por lo menos,
nunca más como animatrice périscolaire.
Estamos a final de curso y pasa lo de
siempre: que los niños están hasta las narices del colegio, que
empieza a hacer bastante calor y se ponen rebeldes. Y si juntamos
esto a la moda -que se va pero siempre vuelve- de jugar a las canicas
pues tenemos un cóctel de niños llorando y peleándose cada 5
minutos porque han perdido la partida o porque a alguno le han
mangado su canica dragón o algo así. Quelle horreur!
Y no sé si soy yo
que me lo imagino, pero la comida del comedor escolar es cada vez
peor. No me extraña que la mayoría de los días muchos niños tiren
pŕacticamente toda la comida de su plato casi sin haberla tocado. Y
que los padres paguen para que sus hijos coman esa basura...
Así que nada, ya
he empezado a mandar CVs y veremos si para el curso que viene por fin
saco algo útil de alguno de los títulos que se me llenan de polvo
en el armario. De momento espero visita el día 2 y me voy a casa
(POR FIN) ¡en un mes y un día!
Blondy