A falta de un mes para por fin salir de esta casa y cuando parecía que todo era paz y armonía, ¡zas! Claro que sí, tenían que darme motivos para venir a quejarme, que estaba perdiendo las buenas costumbres.

Ha sido una semana maravillosa, de esas para recordar vaya. El lunes empezó bien, sin que me trajeran a la niña porque estaba mala.
"Perfecto", pensé, "así puedo limpiar antes y tener más tiempo libre".
 Y todo bien, limpiar el salón y más tarde ir al cole a dar la clase semanal de castellano. El lunes terminó sin incidentes y la semana pintaba bien.

Empezó el martes con mi host-mum en casa porque se había cogido el día libre para preparar el cumple de la criatura de 13 años que habita en esta casa. Y tuvimos la maravillosa suerte de que nos trajeran a la niña  porque seguía mala y su madre se tenía que ir a trabajar. 
Total, que se va mis host-mum con la niña (que sufre cuentitits aguditis) a comprar tantas birthday banners como para empapelar toda la casa. Según se marchan me pongo a limpiar y a dejar todo aparente para cuando vengan los invitados al cumpleaños. 
Y yo no sé qué iba a preparar la host-mum para el cumpleaños, porque al final toda la decoración la tuvo que poner la menda sin tener ni siquiera tiempo para comer.

¿Os imagináis lo que pasó el miércoles? Sí, efectivamente, no se habían dignado a recoger una puta mierda nada de los restos de la fiesta. Así que el miércoles tocó limpieza general de todo lo que ya había limpiado más la cocina, que parecía que habían hecho una pelea de comida allí. Ah y también fui la encargada de quitar todas las decoraciones que estaban hasta por fuera de la casa por supuesto.
El jueves no sé sabe cómo ni por qué pero las moquetas (esas malditas moquetas que me gustaría quemar para deshacerme de ellas) estaban sucias otra vez. Y es que, entre el barro de la calle y las dos adorables gatas que no sé cómo no están calvas con la de pelo que pierden, esto es un no parar.

Y así llegó el viernes y con el viernes, la limpieza del baño y un día tranquilo por fin. Todo normal y sin incidentes.

Sin incidentes hasta que esta misma tarde/noche de domingo bajo a la cocina y me encuentro allí con mi host-mum que me dice muy indignada que está muy descontenta porque todo ha estado muy sucio esta semana, y que no sabe si me he tomado una week off o qué, pero que ha tenido que aspirar otra vez y era su día libre (el mío no, parece ser) y que está muy cansada.

¿Se puede tener la cara más dura? ¡Qué ganas tengo de largarme y que se les coma la mierda!

-Blondy-

Zoo

Hace prácticamente un año que vine a vivir a esta gran casa, a una familia con un par de mascotas y una pregunta muy normal en este caso:

"¿te gustan los animales?"

 Mi respuesta fue afirmativa…mal, muy mal….

Lo dicho, entré en la casa y una gran perra marrón se acercó pesadamente hacia mi, un animalico bastante tranquilo y afable, al darme la vuelta vi una bolita de pelo gigantesca, un gatazo precioso y, lo admito, me encantan los gatos.

Bueno, hasta ahí bien, pero ya poco antes de navidad llegó el terror de la casa, un perro pequeñito, que mordía, destrozaba y despedazaba cualquier objeto a su alcance…y así sigue. 

Después de navidad, el caballo hizo presencia en la familia, un pequeño poni, que bueno, no está en la casa, no me influye en mi trabajo, sólo en ir a llevar y traer a la niña a los establos, a veces ya que vas, pues llévate a los perros y así los paseas.

 Al poco tiempo una par de peceras hicieron su aparición en las habitaciones de ambos niños, bueno, son sólo peces que están ahí para adornar; pero sus estanques deben estar enchufados y el sonido que hacen no deja dormir al pequeño, así que hay que desenchufarlos para que se duerma y enchufarlos de nuevo en cuanto se haya dormido que los pobres pececillos no se mueran. 

Y el colmo ha llegado esta semana. 

La niña llevaba un tiempo con el capricho de un conejo, ayer llegaron, no uno, sino dos conejillos; dos bolas de pelo muy bonitas y cucas de las cuales ya dejé claro a la madre y a la niña que no pienso limpiar nada.

He pasado de llegar a una casa agradable a vivir en un zoo.

 Esta mañana lo decía mi propia jefa: “si cuando yo tenía 20 años me hubiesen dicho que a día de hoy iba a tener tantos animales, no me lo hubiese creído.” (en inglés, por su puesto)
Y esto ¿cómo me influye esto a mi?

¡¡¡¡En no querer saber nada de mascotas en mi futuro!!!!

-Pianist-

The Final Countdown

Esta mañana, admirando los ciervos mientras paseaba con la perra por Richmond Park, se me ocurrió que si en un universo no tan paralelo, un burro y Paquirrín hubieran tenido progenie, el más tonto de todos sus hijos sería la perra de ésta, mi adorada familia adoptiva.


Pero dejémonos de alucinaciones más que probables.
Hablemos de cosas serias por una vez.
Ay, me pongo tan nerviosa que no sé ni por dónde empezar. Y todo para decir que me largo.
Podría parafrasear a un gran filósofo como es Homer Simpson, aka Mr Thompson, aka Max Power, y decir 

ADIÓS PRINGAOS!!!!!

Pero no.
Porque soy una señorita y porque el que escupe siempre habla muy alto y con la boca muy abierta.

Así que, digo, bueno, pues voy a intentar hacer una especie de repaso de los momentos buenos de éstos 10 meses(aunque habré estado en la casa 11, cuando me vaya), pero nada, parece imposible.
En vez de éso, sólo me viene a la mente lo malo, y me cabreo y me vienen palabras como "fuego", "se-rifan-hostias", "voy-a-matar-a-Moe", y cosas por el estilo.

Todo el mundo piensa que soy una exagerada porque...bueno, porque lo soy y porque mi deporte favorito es quejarme a quemarropa.

Situación:

Entras en una casa de aupair.
Nunca antes has sido aupair.
Tienes una ligera idea de lo que va el curro, pero vamos, ligera....más que liviana. 
La jefa y la anterior aupair te explican las cosas un poco por encima. A ti te queda claro que hay un horario, como en un trabajo más o menos "normal".
Eres la única persona de la casa que cree en ese horario.

Jueves por la noche. Acabas a las 8 de trabajar y te marchas al cine con unas amigas.
A las 10 de la noche y durante una hora y media tu jefa te llama porque ha perdido una tarta que había hecho para una fiesta para el día siguiente.
Llegas a casa sin responder el teléfono. La Loca-tu jefa,la madre- te cuenta su vida y la de la tarta perdida.

Otro jueves, al mediodía. Son las 12 y has quedado para comer.
Cuando acabas de comer son las 2 de la tarde y vuelves a casa. Por casualidad miras el teléfono, el cual habías tenido guardado por educación. 1000 llamadas perdidas de la Loca y otras tantas de la Nanny. Un sólo mensaje: "We are locked out of the house. Are you nearby?"
Cuando conseguí hablar con ella por teléfono, la bronca fue sobre cosas como "los niños tenían hambre. He tenido que llamar a la limpiadora...." Y otras cosas que no me dijo pero que sé.

Y así, cien millonadas de cosas más.
Todo muy guay.

Para que luego cualquier listillo me diga que es que no tengo paciencia.

Hay personas que te dicen "todo el mundo tiene un precio".
Pues yo digo:
"Tú eres la única que decide qué precio tiene la mierda que estás dispuesta a tragar"

Yo he sido idiota, pero por fin me voy.
También digo que no soy vidente, no puedo ver el futuro.
Pero una cosa sí sé.
Yo tengo un límite y una cosa que se llama amor propio. Últimamente los he tenido un poco marginados, pero ya va siendo hora de hacerles caso.
Concretamente en un mes a partir de hoy.

TIRIRIRIRIRIRRIIRIRRIRIRI.

Un mes.

p.d. Trabajar 14 horas teniendo una h. de descanso es quejarse?
p.d.2. UN MES.

-Nuyë-

Summer is coming

¿Qué es eso que se oye acercándose con sigilo?

¡Chan, chan, chaaaaaaaaaaaaaaaan!

Sí, amigas, es: EL FINAL.

A algunas les dará pena, otras se quedarán todavía una larga temporada y otras lo esperan impacientes. Yo, personalmente, lo estoy deseando. Lo quiero pero ya, vamos.

Que sí, que la familia que me ha tocado no está mal. Están un poco locos, pero no fuera de los niveles habituales en este país. Beben demasiado, pero absolutamente nada fuera de lo normal por aquí. El niño podría ser peor teniendo en cuenta que está  al borde de convertirse en un teen. La niña podría haber seguido comportándose como una imbécil todo el año, pero al final no. Y así podría seguir un rato.

Pero también han pasado ya muchos meses y empieza a ser hora de abandonar este pseudotrabajo y hacer algo de verdad con mi vida. Además, sé que no voy a echar nada de menos de este pueblo perdido de la mano de god. Bueno, miento, echaré de menos a las dos bolas peludas (una más bola que otra) que me entretienen a diario. (Nota mental: agenciarme un gatete as son as posible).

.INCISO.

Mientas escribo oigo como mi host-mum habla con su frigorífico y de vez en cuando dice “sausageeeees” por lo bajini. Igual sí está un poco más zumbada de la cuenta.

.FIN DEL INCISO.

A lo que iba. Supongo que para algunas (o algunos, si algún au pair masculino nos lee) habrá sido una experiencia maravillosa. Yo he descubierto que tengo un odio selectivo hacia algunos niños… y hacia algunos adultos. Y que tenía una loca de los gatos dentro de mi ser y a ver ahora cómo la vuelvo a guardar. Por lo demás, pues sí, parece que soy capaz de hablar en inglés tanto y tan deprisa como en castellano, ya lo siento por los que me tienen que aguantar.

Queda poco más de un mes para que esta etapa termine. Y lo único que pienso es: what’s next?

-Blondy-