Welcome!

Empezamos de Au-Pairs y hemos seguido adelante.
Somos pocas pero nuestras quejas son múltiples.
Que estemos lejos no quiere decir que estemos contentas,a pesar de que somos conscientes de que podría ser mucho peor.
Si no te gusta tu curro pero sabes que encontrarás alguno donde encajar, éste es tu sitio.

lunes, 25 de febrero de 2013

Bloody Little Village


Aviso importante a futuras/os au pairs: nunca, NUNCA aceptéis un trabajo de au pair en lo que la familia denominará como “a lovely little village”. Es una trampa.


Los padres intentarán haceros caer diciendo que es un pueblo pequeño, pero que es muy bonito y tranquilo, que si el cole está al lado, que si Oxford (por ejemplo) está cerca… Pero todo será mentira o tendrá algún inconveniente. El pueblo no es que sea pequeño, si no que se trata de casas construidas a lo largo de una carretera con una tienda y un par de pubs en los que nunca hay gente; bonito, lo que se dice bonito… pues no y tranquilo claro que lo será, ¡si no habrá nadie!; lo de que el colegio esté cerca puede ser cierto… ¿pero cómo cruzas una carretera con muchísimo tráfico (no sé por qué) si no hay ningún paso de cebra?; también está el que quizá no tengas cobertura en tu móvil, para terminar de ayudarte en tu contacto con el mundo exterior.

Caso aparte es lo de los pueblos cercanos. Vamos, que si habéis tenido suerte y habéis conocido a alguien en el pueblo grande que hay un poco más allá en la campiña, cada vez que salgáis os fundiréis la mitad de vuestro mísero sueldo sólo en el transporte y en un triste hot chocolate del Wetheerspon, que es el más barato.

Por supuesto, olvidaos de eso que antes conocíais como vida social.
Se darán dos casos: que no tengáis a nadie con quien quedar o, que sólo de pensar en lo que os cuesta el bus, os quedaréis en casa. Si en el pueblo en el que aceptasteis vivir (mala idea) no hay más au pairs o no encontráis a nadie, la vida social de lunes a viernes se suspende indefinidamente. Luego está ese finde en el que decides que estás generosa y te apetece tener contacto con humanos y gatos ajenos a esa familia con la que vives y te animas a ir al pueblo de al lado. Os lo pasaréis bien y os querréis quedar con el resto hasta que cierren el pub, pero como aquí la gente se recoge pronto y los buses más, a las 10 en casa o a pagar taxi. Y lo peor de todo, es que os acostumbraréis y luego cuando tengáis el dinero y la oportunidad, preferiréis quedaros en casa haciendo de loca de los gatos.

¿Veis como es un chollo?

Así que os recomiendo encarecidamente que vengáis a una mierda maravilla de pueblo si tenéis intención de convertiros en ermitañas/os o si queréis hacer una obra de caridad, para lo que podéis venir a Haddenham a hacerme compañía, ¡acepto visitas!

-Blondy-

jueves, 21 de febrero de 2013

Respect

Desde tiempos inmemoriales, los ingleses han tenido servicio.

Y no me refiero a ese con taza y lavabo y bañera.

Me refiero al butler, a la housekeeper, y al ejército de pingüinos y pingüinas.
Ah,y la governess.
¿Quién no quiere tener mayordomo,ama de llaves,chachos,chachas,y a una pringada que eduque a tus hijos?

Lo vemos en los cientos y centenares de libros, por ejemplo, Jane Eyre o The Remains of the Day.
Si no sabéis leer,digo...,no os gusta leer, pues también están las películas.
Supongo que muchos y muchas, al escuchar la palabra institutriz, pensamos en la maldita Señorita Rottenmeier.
Solterona y amargada. Se dedica a hundir a Heidi y a recordar a Clara que es una paralitica.

Personalmente,no sé cómo habrá sido su vida,pero imagino que criar niños que no son tuyos,intentar que reciban una educación para que luego los padres estropeen todo lo que has conseguido,cabrea a cualquiera.



No sé si alguna vez lo he dicho o lo he dejado entrever,pero la culpa es de los padres.
Enteramente.

Yo ahora estoy enseñando a la Gordita a usar el orinal. Me recuerda a cierta parte de otro libro, The Help, pero mejor vamos a dejar ya los parecidos razonables y no tan razonables.
Lo lleva fenomenal.
Le va a durar lo que vuelve su madre,os apuesto lo que queráis.

Queridas au pair del mundo,os voy a dar el consejo que Homer le dio a sus hijos once upon a time:
"NO OS ESFORCÉIS"

Puede que tengáis la fortuna de tener una familia chachi piruli o,mejor,no-inglesa.

Para el resto, concienciaos de que si abren todos los cajones de la cocina para sacar una cuchara,los dejan abiertos y la cuchara sucia sobre la encimera; si llegan a casa,dejan tirado el abrigo en el pasillo y recorren toda la casa con las botas llenas de barro... Por mucho que os compren galletas, por mucho que les exijan a sus hijos que os pidan las cosas por favor, si os dan las gracias al final del día...., al final,si siguen siendo unos cerdos,es que no tienen respeto por vuestro/nuestro trabajo.

Y una persona que no respeta tu trabajo no se merece una mierda, con perdón de la expresión.


P.D. No sé el resto, pero yo el rollo de Mary Poppins no,eh?, aquí se recoge y se va a la cama sin tonterías ni canciones chorras.



-Nuyë-

martes, 12 de febrero de 2013

Vacaciones

Estaba pensando en todo lo que me ha pasado, pero sólo dos cosas son remarcables ahora mismo:
-pasar mi cumpleaños trabajando 

-que la madre se vaya tres semanas de vacaciones


Como podéis imaginar, el segundo punto es el que me hace feliz.
Aunque el primero no estuvo nada mal.

Lo del cumple lo cuento rápido,que tampoco tiene nada.
Que llegó la Host-madre, me compró una entrada para el Rey León,el musical,y fui y me reí por no llorar,pero no lo voy a decir más veces que la gente se ofende si digo que las marionetas sobraban.
Luego la Host-madre me hizo una tarta con mogollón de azúcar rosa,por eso de mi pelo,que sabía a hostias,el azúcar, el pelo no lo he probado.

Todo guay. Incluso me sugirió que invitara a la Secta de Au-pairs a tomar el té, pero qué cosas, tenían que trabajar en sus casas.
Después, por la noche, a mi compi y a mí el Host-padre consorte nos llevó a comer hamburguesas y probamos un maravilloso vino de Australia. Olé olé y olé.

Tres días más tarde me llegó caja de comida de España,y comimos jamón y fuimos felices.

A dónde yo quería llegar era a lo de las vacaciones de la madre alien...digo de la Host-madre.

Bueno,a ver,lleva dos días fuera,tampoco puedo decir gran cosa, sólo que está todo tan limpio que a veces me aburro. Que está todo tan tranquilo que a veces me he sorprendido a mí misma diciéndome "happy?" para llenar un vacío que.....Que no,que estamos todos super felices y punto. Hasta no me cabrea tanto sacar a la perra de paseo,fíjate tú si estoy bien.

Estoy tan relajada que, cuando el otro día una colega me dijo que su Host-familia se iba también de safari pensé que podríamos hacer una fiesta de bebés.

Aunque conociéndome,dejaré a la gordita y saldré por patas fijo.


-Nuyë-

jueves, 7 de febrero de 2013

Host-mums


Las host-mums, esas criaturas.

Toda au pair que diga que su host-mum es adorable, miente a boca llena. Las host-mums adorables son seres mitológicos. Como los unicornios, los gamusinos y los políticos honrados.


Así que, futuras au pairs del mundo, nunca os dejéis embaucar por la sonrisa que hay detrás de un “happy?” ni porque os peloteen llevándoos algún alimento que saben que os gusta (como mis yogures griegos de medio kilo), porque luego os pasarán cosas como ésta:


Un día como otro cualquiera, 17:30, el niño y yo cenando. Todo bien, sólo tenía que recoger la cocina y sería libre. A las 17:55 el niño estaba metiendo los cacharros en el lavavajillas y yo dejando la cocina como los chorros. De esto que la madre llega, me llena de mierda la alfombra, aspirada ese mismo afternoon, mientras dice un “Oh dear! I’m so sorry, I’ll hoover that”. Se va a hacer la cena y me dice que no me moleste en terminar de limpiar y recoger la cocina, que ya lo hace ella, y me ofrece una taza de té. Y con la taza a mi habitación me fui. Qué maja, ¿eh?


Sí, majísima, hasta que a las 7 de la mañana del día siguiente bajo a la cocina y me encuentro un percal que ni en Jumanji: todos los fuegos de la cocina (porque no tenemos vitrocerámica) sucios y llenos de grasa, la pila llena de cacharros resecos y la encimera llena de trastos. La alfombra sin aspirar, claro. El lavavajillas sin poner y en el armario ni un plato. El qué coño había pasado allí no lo sé, pero nunca nadie me había dado los buenos días de una manera tan agradable.

Se aceptan sugerencias de venganza.


Y ojo con vuestra host-mum, ¡alerta permanente!


-Blondy-